Puede que sirvas más, muerto que vivo.
Por : Viaira Cotes.
“Si yo supiera que serviría más…muerto
que vivo, yo me muriera ahora mismo…Pero nosé…Pero si supiera, te lo juro que
sí”.
Yo te aseguro que sí, que tu muerte seria el evento del siglo, que pusieras a todas las disqueras que te han grabado a
rascarse la cabeza con tantos CD´s por vender, que todos tus productos discográficos
serían los más vendidos en el país, que la Junta, Guajira ( pueblo natal) sería
el nuevo sitio turístico para pasar largos fines de semana, que quizás los
escuchen, y les pongan el agua en sus duchas por lo menos 3 días a la semana y
de paso regalaran a los niños del pueblo cuentos para que aprendan a leer y ¿por qué no? un mega-colegio con tu nombre.
No
importaría que te murieras en Agosto, total la ganancia que dejaría la venta de
chicle, gaseosa, pastelito, le harían su
Agosto a los gamines, a los encorbatados dueños de canales de televisión con
ratings nunca antes vistos, produciendo espectaculares homenajes y seriados con
la historia de tu vida o cualquier vendedor ambulante que pueda mantenerse en
pie, desde el día de tu muerte, hasta las 9 noches. (Novenario que se les reza
a los muertos para que descansen en paz y su espíritu tome luz) Porque guajiro
que se respete, se le rezan sus 9 noches. No sentirás el calor enterrao abajo
de la tierra, pero muchos sentiremos un fuerte
fogaje cada vez que suenen tus canciones, escuchemos de otra voz tus dichos y ocurrencias,
veamos colgadas en los maniquí de almacenes de ropa psicodélica, tus camisas
satinadas con piscas de escarcha o en algún canal regional tus videos en
parrandas con la camisa empapada de sudor, con tu chueca y diamantada sonrisa,
acompañada de tu mirada perdida en el público que gritan a todo pulmón, después
que agradeces con un agudo, Con mucho gusto!
Las
viudas no serían una docena, porque aunque nunca he estado entre tus sábanas,
ni te he dado un Diomedes de Jesús, ni un Luis Ángel y mucho menos un gran
Martín Elías. Sería una viuda más, de pronto mi mamá también, mi tía, las junteras, las Villanueveras, las
barranquilleras y hasta las cachacas. Bajo los efectos de las pastillas
tranquilizantes los que tienen plata y pa´ que no lloren, estarán los viudos, porque serían muchos más. No te destacarías por tu impuntualidad porque muchos se morirían por esperarte, se nos olvidaría tus vicios y hasta tu inseparable pañuelo, desempolvaríamos la calculadora para saber a ciencia cierta el número exacto de tus hijos y que no se nos pase la raíz cuadrada para contar "las pepitas" que rodearon pr mucho tiempo tu generoso árbol de guayabas.
Bavaria, tendrían que dedicarse a llenar las neveras de las tiendas donde suda de frío la chica-águila del momento, por lo menos, hasta que nos dure el luto, y ni imaginarme la casa Old Pard, enviando camiones a la costa Atlántica que no darían abasto con tanto pedido. Aparecerán más descendientes de la dinastía Diaz, más de los que pensaste algún día tener, que seguramente antes de volverte gusanos, se pelearán aquí en la tierra, cada centavo de lo que dejaste y escucharemos más clones de Diomedez Días en todas las emisoras del país, que tal vez dirán, ¡el gusto es mío! o ¡Pa´ servirles!, pero algo le tocará inventarse, para tapar con frases disfrazadas el vacío que dejarás en el folclor.
Bavaria, tendrían que dedicarse a llenar las neveras de las tiendas donde suda de frío la chica-águila del momento, por lo menos, hasta que nos dure el luto, y ni imaginarme la casa Old Pard, enviando camiones a la costa Atlántica que no darían abasto con tanto pedido. Aparecerán más descendientes de la dinastía Diaz, más de los que pensaste algún día tener, que seguramente antes de volverte gusanos, se pelearán aquí en la tierra, cada centavo de lo que dejaste y escucharemos más clones de Diomedez Días en todas las emisoras del país, que tal vez dirán, ¡el gusto es mío! o ¡Pa´ servirles!, pero algo le tocará inventarse, para tapar con frases disfrazadas el vacío que dejarás en el folclor.
Como
la vida aún no me ha dado todavía la vuelta, no puedo celebrar tu cumpleaños
número 55, figuró quedarme en la puerta del toque, porque no tengo plata para
pagarles a los señores de la discoteca más prestigiosa de Barranquilla, 60 mil
pesos por mi entrada; me conformaré con escuchar de lejos tus canciones, descifrando
lo que dices, porque ya las canas te llegaron a la garganta y hace mucho tiempo
apareció la primera cana con el propósito de adornar tus cabellos. Esperaré bajo
la mirada agresiva de los corpulentos porteros, que regrese nuevamente tu voz
después de cada pausa entre canciones, con el estribillo “Viene la vaca, viene
la vaca…” que pone en práctica la destreza de los músicos que te acompañan, que
por milagro de la Virgen del Carmen caen en la nota, y pone a la gente a
levantar botellas y a los hombros de las coquetas mujeres asistentes del festín
en modo terremoto.
Para no alargarte mis razones, porque tengo entendido que no te gusta leer, yo
digo que aunque servirías más muerto que vivo a todos nos afectaría la muerte tuya, pero deseamos con dedos cruzados
y en voz baja ¡Ay que tu vida, no se te acabara!...¡Ay veeee!.
jajaja... Resumiste creo el sentir de mucha de la fanaticada del Gran Diomedez Diaz.. Super! :)
ResponderEliminarPor fin saco tiempo para leerte. Me gusta. No puedes dejar de hacerlo. Tienes ritmo, alegría y un buen punto de vista.
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